Cognición social.

“El valor de la sonrisa”

Llevo observando algunas semanas una peculiaridad que me hizo ver un gran amigo mientras entrenábamos. Me dijo. – Fíjate en las personas que hay en la sala, ¿Quién sonríe o tiene algún signo de alegría en su cara?- Aquello me hizo pensar, era cierto que pocas personas de allí sonreían o parecieran de algún modo felices, y no solo allí, sino en la mayoría de los lugares por los que he podido pasar.

Es cierto que no son tiempos fáciles para muchos, y aunque los fueran nos inclinamos a tener una actitud mas seria o fría con lo que desconocemos. Tendemos a resguardarnos en nosotros mismos y solo mostrar nuestra alegría con las relaciones más cercanas, pero eso es un gran error. La felicidad y alegría generan lo mismo, si caminamos por la calle y sonreímos tanto a conocimos como a desconocidos, muchos nos sonreirán e incluso algunos nos saludaran, pese a que no los conozcamos, ya que creamos una conexión positiva con ellos.

Muchos desconocen la fuerza que posee una sonrisa, por muy pequeña que sea. Ese pequeño gesto de felicidad puede cambiar situaciones que estaban a punto de desmoronarse, el cariño y el afecto contrarrestan el odio. Si nos sentimos bien, alegres y positivos con nosotros mismos, las personas que nos rodean lo notaran, generando que ellas también lo sean. Igual que unas buenas palabras de apoyo y animo, una buena sonrisa, un detalle que parece insignificante, a una persona que esta desanimada puede representarle una fortaleza enorme, ya que todo los males que nos rodean en su mayoría tiene que ver con nuestro estado de animo. Si nos sentimos alegres, veremos todo de una forma positiva y optimista, pensando en que todo puede solucionarse si creemos en ello.

Por eso creo que tendríamos que sonreír mas, aunque no estemos en nuestro mejor momento, devolver una sonrisa puede darnos una gran energía. Saber que todo puede mejorar y avanzar si nosotros lo pensamos así.

Nada ni nadie nos debe quitar jamás la sonrisa, nuestra alegría y felicidad depende exclusivamente de nosotros mismos y como dijo William Shakespeare:

“Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de una espada.”

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