Cognición social.

“Enamorados del móvil”

Cuantas veces hemos visto por la calle a gente que caminan con la mirada clavada en las pantallas de sus teléfonos, o como también a personas que están compartiendo un café con sus amigos y el teléfono esta en sus manos o encima de las mesas. Nuestro cuerpo ha adoptado un nuevo miembro y es el teléfono móvil.

Hay que decir que el teléfono nos proporciono un gran avance, nos acercó a personas con las que casi no teníamos contacto y soluciono muchos de los conflictos que creíamos perdidos. ¿Pero qué ocurre cuando es al revés? La tecnología nos aleja realmente de las personas y crea conflictos a causa de ella. Dos de cada tres personas que conozco me han dicho que han discutido por una conversación de Whatsapp o han tergiversado lo que se expresaba, generando un conflicto entre las dos partes. Es cierto que el contacto es mayor, pero el ser humano necesita el trato “social”, para lo que es necesario la cercanía y el calor. La tecnología es un salto y un beneficio cuando no se convierte en una obsesión, ya que depender de nuestro teléfono móvil nos engrilleta a él sin darnos cuenta. Haceros una pregunta ¿Qué pasaría si hoy las comunicaciones desaparecieran?

Yo más de una vez me hice esta pregunta y mi respuesta a cada día que pasaba era más catastrófica. Aunque parezca mentira el índice de suicidios aumentaría y el caos gobernaría en nuestras vidas, ya que mucho de nuestro nivel social se cierne bajo esta tecnología, andaríamos desorientados bastante tiempo.

Ver a personas que hagan lo que hagan o estén donde estén, el teléfono va con ellos. Me sorprende muchas de las personas que entrenan en el gimnasio y tienen el móvil en la mano cada dos minutos, están en el cien y cada diez minutos lo miran por si tienen algún mensaje o como ya dije al principio, están con unos amigos disfrutando de un café y sus teléfonos están encima de la mesa o en sus manos.

La desconexión es necesaria, la dependencia solo genera opresión y nos puede llegar a generar estrés. Tenemos que empezar a mirarnos a nosotros mismos y darnos cuenta de que la tecnología que hoy en día tenemos tiene que ser un beneficio, no una carga. Debemos empezar a mirar un poco más por la libertad que nos merecemos y desprendernos de la necesidad de estar todo el día conectados. Disfrutar de los placeres de una comunidad social de la que podremos aprender mucho más con un trato mas humano.

“¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es está, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.”
(Albert Einstein.)

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